Los diodos emisores de luz están reconocidos desde hace tiempo como la fuente de luz más económica y eficiente. Los LED más potentes permiten hasta 50 00 horas de funcionamiento sin mantenimiento. No es de extrañar, por tanto, que actualmente sean la opción más popular para los sistemas de alumbrado público. Pero, además de su larga vida útil, tienen aún más ventajas.
La selección del alumbrado público y urbano…es un proceso en el que se tienen en cuenta muchos factores. Un factor clave es la anchura del haz de luz: un haz estrecho se utiliza para la iluminación puntual, mientras que un haz ancho es ideal para las calles, por ejemplo. El haz de luz asimétrico también se coloca junto a las calzadas, lo que permite iluminar bien espacios no estándar. El uso de este tipo de farolas permite aumentar la seguridad de los usuarios de la vía pública y, al mismo tiempo, ahorrar en costes de electricidad. Lo contrario es el flujo luminoso simétrico, en el que el ángulo de iluminación es de 360 grados. Esto significa que el espacio alrededor de la fuente de luz -en este caso una linterna LED de diodos- se ilumina uniformemente.
Cabe señalar aquí que también se trata de la posibilidad de controlar el fenómeno del deslumbramiento. Unas farolas o luminarias mal ajustadas
farolas o luminarias pueden contribuir al deslumbramiento de conductores, ciclistas o peatones, y en lámparas con varios puntos de luz Otras ventajas de los LED son:
– muy buena resistencia a las vibraciones y los choques
– funcionamiento sin problemas en condiciones meteorológicas extremas,
– el respeto al medio ambiente, gracias a su larga vida útil, pero también a la ausencia de mercurio y a la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera
– la posibilidad de combinarlos con otras soluciones modernas: paneles fotovoltaicos, sensores de movimiento o detectores encargados de modificar la intensidad de la luz.
Tampoco es baladí el color de la luz, que para el alumbrado público debe ser neutro. Las farolas LED de colores fríos no suelen utilizarse en espacios públicos, ya que esa luz puede resultar demasiado dura. Es más habitual encontrarlas en instalaciones industriales, por ejemplo. Históricamente, los tonos cálidos eran los más frecuentes en la iluminación urbana, pero hoy en día la luz amarilla puede utilizarse en parques, por ejemplo. Por tanto, en el caso de los diodos emisores de luz, tenemos varias opciones entre las que elegir. Entre ellas, el tono neutro es la mejor opción, ya que no distorsiona los colores y proporciona un efecto cercano a las condiciones diurnas.
Las farolas LED pueden fabricarse en una gran variedad de estilos. No es necesario abandonar los diseños clásicos, del siglo XIX en favor de una arquitectura urbana minimalista. Al contrario, la combinación de clásicos con tecnología punta funciona muy bien, sobre todo en parques y lugares de de importancia histórica. El alumbrado público con estilo es la especialidad de nuestra empresa. En Art Metal nos ocupamos de el diseño y la producción de farolas urbanas inspiradas en estilos antiguos. En nuestro catálogo de productos contamos con decenas de propuestas que se diferencian por la forma de la luminaria, la altura del mástil, el número de brazos y otros elementos decorativos.
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